Los Toronto Raptors se encuentran en una bifurcación donde elegir un camino marcará el futuro a corto y medio plazo de la franquicia. Siendo un mercado tan limitado como este, las opciones de las que dispone Masai Ujuri para reorganizar el proyecto alrededor de Scottie Barnes pasan por lo que pueda obtener a través de traspasos más que mirando a la Agencia Libre. Por eso mismo la llegada de Immanuel Quickley y RJ Barrett puede ser un aviso de que los Raptors pueden evitar una larga travesía por le desierto.
Dos partidos, dos victorias. Ese es el balance de Toronto desde que llegaron procedentes de los Knicks los dos jugadores mencionados, suficiente para tumbar primero a los Cavs y después a los Grizzlies, estos últimos en la noche del miércoles por 116 a 111. No es en absoluto menor la reacción conseguida en este breve lapso de tiempo pues los Raptors solo habían ganado dos partidos seguidos en dos ocasiones previas en esta temporada, ambas en el lejano mes de noviembre. El impacto instantáneo de dos piezas que no parecían ser un retorno demasiado impresionante por la salida de Anunoby pueden cambiar la tendencia del grupo en la segunda mitad del curso.
En el importante y trabajado triunfo a domicilio frente a los Grizzlies, Quickley probó que puede ser una estrella en ciernes. Encorsetado en el rol de sexto hombre bajo el duro mando de Thibodeau, el base se ha liberado a su llegada al conjunto canadiense. Con 26 puntos en 8 de 18 tiros de campo (44,4%) pero con un 5 de 8 al triple (62,5%), Quickley fue el máximo anotador de Toronto. Una actuación cimentada en su constancia en la mayor parte del duelo y en su superioridad a la hora de sacar ventajas tras bote, algo que puso en serios aprietos a la defensa de Memphis.
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— Toronto Raptors (@Raptors) January 4, 2024
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El base formado en Kentucky todavía está encontrando su lugar en el equipo, siendo vital el cómo encaje con Scottie Barnes para determinar si será el nombre que marcará el futuro de la franquicia. Por el momento su conexión con el sobrio Jakob Poeltl está siendo lo más destacado, dotándole de balones y facilitando el interior su trabajo a media cancha.
Mientras, RJ Barrett es todavía un trabajo en progreso, como siempre con el nativo de Toronto. El canadiense firmó un 5 de 12 en tiros de campo (41,7%) para terminar con 14 puntos, 7 rebotes y 3 asistencias contra los Grizzlies. De hecho, Darko Rajakovic optó por Dennis Schroder en el clutch antes que él, algo que tampoco mejoró en exceso el rendimiento del equipo.
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Lo importante de la llegada de ambos es que puede significar un cambio de tendencia. En un momento como el que atraviesan los Raptors, donde los cantos de sirena de una reconstrucción agresiva son atractivos, el hecho de haber logrado dos piezas que saben y quieren competir, las cuales encajan con Barnes es una fantástica noticia. Y lo es porque la distancia entre los puestos de lotería donde ahora mismo se encuentran y la pelea por los Playoffs no es tan grande.
Los canadienses están a tan solo medio partido del Play-In y a 5,5 del sexto lugar que da acceso directo a la postemporada. Teniendo en cuenta que la actual configuración de la Conferencia Este será muy diferente a partir del 8 de febrero, los Raptors están en posición de iniciar una remontada interesante. Son muchos los equipos que podrían desplomarse en las siguientes semanas mientras los canadienses vivan una situación opuesta.
Todo ello sin mencionar el hecho de que todavía tienen que dar salida a Pascal Siakam, quien traerá un retorno en forma de jugadores que será fundamental en este objetivo.
Evitar el tanking y abrazar la construcción a partir de la competición constante es un camino no exento de riesgos, más para los Raptors, pero la diferencia entre una elección en el #5 y una en el #15 en el Draft no suele ser tan grande como muchos quieren hacer creer.
Y Quickley y Barrett pueden ayudar a que este equipo comience a despegar alrededor de Barnes.